Seguidores

martes, 20 de enero de 2015

Reflexiones

Tendemos a llenar vacíos con casillas que no encajan.En realidad, pensaba que era algo muy mío, lo de hacerlo todo al revés digo, si tengo que hablar, a menudo me quedo callada mientras trago saliva y me muerdo la lengua.Cuando me tengo que callar, no me callo y cuando estoy en situaciones donde hay que "mantener la compostura" ... tengo una tendencia espantosa a los ataques de risa.
Así que supongo que había llegado a la conclusión de que, definitivamente, lo de intentar buscar algo en otra cosa que no lo tiene era muy mío porque es como hacerlo al revés, vaya. Hasta que me puse a reflexionar.Lo hace absolutamente todo el mundo.

Desde comprar compulsivamente por haber tenido un mal día en el trabajo hasta el mítico "un clavo saca a otro clavo".Está claro que con lo que vamos sustituyendo no solucionamos nada y también está claro que en ese momento no lo creemos así. Así que ahí estaba yo ,con un montón de ropa nueva y dos dilemas, el primero porqué quería todo eso y el segundo, aunque no menos importante, cómo me las iba a apañar para que en mi armario fuese a entrar todo eso.Respecto a lo primero en el momento lo vi claro, muy claro, el porqué era la felicidad absoluta. Se escapa pensar que ,como todo,lo material es también sumamente efímero y que mientras colocas el armarío caes en que no has solucionado nada.
Simplemente nos engañamos haciendo que nos importan cosas que no importan porque somos malísimos reconociendo lo que sí, además, lo hacemos tarde.Cuando ya tenemos el montón de ropa al lado y no hay nada que hacer o nos lo reconocemos solo a nosotros mismos y en silencio, no vaya a ser que alguien se entere de que nos equivocamos, sentimos o padecemos.

miércoles, 7 de enero de 2015

Supervivencia a las rebajas

Después de días prometiéndome a mi misma no comprar con el firme propósito de que ya compraría en rebajas llego el día.Es una forma de llevar el hecho de que sea el último día de vacaciones: viene el adiós entretenimiento, adiós no pisar casa y hola realidad.Y como todos los años,no es tan emocionante, ni hay tantas rebajas, ni puedes llegar a comprar nada a no ser que tengas una paciencia infinita para tragarte la cola que va dando vueltas a toda la tienda...
Es incluso aburrido y entonces te entra un mareo importante y ya no sabes si necesitabas zapatos, camisas, deportivas o azúcar para que con tanta gente no te de un bajón y acabes montado el show de tu vida. 
Llevaba mi camiseta favorita y bueno nada como zapatillas cuando se trata de las rebajas, feliz miércoles!