Más o menos por febrero decidí cortarme las puntas del pelo para que me creciera sano y siguiese largo. Esa era mi intención y, como se puede ver, no fue el resultado. Lo que empezó siendo dos centímetros acabó siendo mas de un palmo y de peluquería en peluquería acabé con el pelo a la altura de los hombros y con capas, la peor elección de todas. Ya han pasado casi 4 meses desde entonces y aún echo de menos el pelo largo, pero un cambio de vez en cuando no viene mal y, aunque no es lo que más me guste, no merece la pena lamentarse.
Pronto subiremos al canal un lookbook que grabamos ese mismo día en el retiro.
¡Feliz domingo y a por la semana!
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